FUTBOL

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jueves, 21 de abril de 2011

¡MIEL SALADA! La fuente de la salud eterna.

Este es un nuevo producto importado directamente desde la Huasteca Potosina; para ser exacto desde el pueblo milenario de Pujal-York. En este lugar mágico existen varios establos, pero hay uno en particular donde dan a las vacas de comer sal. 

Un día los dueños se dieron cuenta que la miel que daban sus abejas estaba salada, así que se dieron a la tarea de averiguar cuál era la causa. Los dueños observaron que las abejas criadas ahí optaron por probar también la sal de la comida de las vacas, desde entonces se produce miel salada. 

La noticia no se difundió mucho, puesto que era un secreto de los dueños de aquel lugar, fue sólo hasta que se dieron cuenta de las propiedades curativas de la miel salada; que iban desde aliviar heridas superficiales, arrugas, hasta contrarrestar enfermedades como la diabetes, cáncer, sarampión, viruela, etc., que decidieron  aventurarse a comercializarla nacionalmente, teniendo gran éxito en ventas. 

Aunque el precio de la miel dulce era menor del precio de la miel salada, sin embardo, por las propiedades que esta tenía, logró mayor demanda que la dulce, su venta se expandió a nivel internacional. En China, hoy en día, es considerada como el “elixir de la eterna juventud”.

Éste producto llega hoy para usted completamente ¡gratis! Sólo pagando los gastos de envió, le llegará a la puerta de su casa un litro de miel, más un libro con al menos mil recetas de platillos que se pueden preparan con este producto.

Llame ahora a los teléfonos que aparecen en pantalla (01 800 SER JOVN) y pida su ¡miel salada! (operadoras entenderán con gusto su llamada, el envió será gratis si usted pide más de 1000 litros de miel, pero el litro se le cobrara en 150 pesos)

lunes, 18 de abril de 2011

Futbol llanero en México (parte IV)


Los jugadores del futbol llanero no necesitan público, ya que juegan por el amor al futbol y normalmente su público se reduce a algunos amigos, las novias o esposas y sus chiquillos, que tantito observan y tantito ensayan sus propios goles y sus propias paradas.


No es el público es basura alrededor de este campo llanero.


El arbitraje no es fácil cuando las reglas y los límites del terreno del juego son imprecisos y se juega con tanto ardor, pues los ánimos se caldean, las faltas aumenta, las discusiones se vuelven agresivas, empiezan las miradas retadoras, los insultos, los empujones y los golpes, que muchas veces obligan al árbitro a suspender el partido. Sin embargo, siempre triunfan las ganas de seguir jugando, se reconcilian las diferencias y el partido continúa como si nada.


A veces los árbitros son los que salen perdiendo.


Las condiciones en las que se desarrollan los partidos generalmente no son muy buenas, pero a los jugadores, como a todo buen deportista, no parece preocuparles. No importa jugar en el lodo, si se juega bajo la lluvia o si el calor es sofocante. No importa si al final del partido hay como saldo un chichón, una rodilla inflamada o un tobillo dislocado. Para ello lo que más vale es la entrega, el deseo de competir, de triunfar; elementos todos del espíritu humano, tan bello y tan noble cuando está bajo un desteñido uniforme de futbol lleno de sudor y de tierra.


Aquí no hay drama, si alguien se lastima es porque ya lo quebraron.

lunes, 11 de abril de 2011

Futbol llanero en México (parte III)


En México existen varios equipos y ligas estatales y nacionales organizadas en escuelas estatales y nacionales organizadas en escuelas y clubes deportivos. Pero hay otro futbol, el futbol llanero, cuyas características lo hacen representativo de nuestra idiosincrasia popular. Es el futbol que se juega en el baldío, en la cancha prestada de una escuela, en terrenos donados o prestados que se acondicionan con una buena portería y tratando de ajustarse a las dimensiones profesionales.


Las famosas acreditaciones, según para evitar los cachirules.

No es "jugar la cascarita", pues se trata de un futbol serio, organizado, más "profesional" que juegan, más que todo, aquellos niños, jóvenes y adultos que viven esta pasión y respetan este deporte. Es el futbol de los que tal vez nunca pisarán un estadio aunque juegan con todas las de la ley y en donde, muchas veces, hay una calidad, un estilo y una entrega que muchos profesionales envidiarían.

Los equipos llaneros en ocasiones compran, con muchos sacrificios, el uniforme y un buen balón, pagan la foto del equipo con la mascota; ¡como los profesionales!, y que con legítimo orgullo cuelgan en la sala de su casa. Estos partidos llaneros se juegan más con el corazón que con la cabeza, en ellos se desborda el alma en la fibra del músculo que se ha entrenado no en gimnasios, sino en la dura jornada diaria de cargar, empujar, jalar, romper la piedra o abrir el surco.

Zapatos de la chamba y de futbol.

En los encuentros sabatinos, a veces los jugadores llegan arrastrando la resaca del viernes, ¡casi dormidos!, pero con el corazón firme y el ánimo dispuesto. En ocasiones se ponen los tacos y realizan los ejercicios de calentamiento como verdaderos autómatas, pero ya una vez dentro y empezado el juego, la pasión despeja la mente y se da lo mejor que se tiene. Para la gran mayoría de los jugadores, estos partidos son sagrados y se cuidan para mantener su mejor condición física.

Algunos artistas, verdaderos maestros en el arte de mover el balón; otros luchan y esperan pertenecer a una buena liga y destacar; muchos ocupan el estilo de sus héroes y sueñan con llegar a jugar como Hugo Sánchez, Mohamed, Jorge Campos, Luis García... No obstante, se conforman con hacer su mejor esfuerzo, disfrutar el encuentro y cerrar la semana con la nota estremecedora y relajante de haber jugado un buen partido.

El “Bofo” del barrio.

lunes, 4 de abril de 2011

Futbol llanero en México (parte II)


El futbol soccer es, sin duda, una de las grandes pasiones de los mexicanos. Miles de fanáticos se reúnen en los diferentes estadios del país para apoyar a su equipo favorito, mientras otros millones más, menos afortunados pero definitivamente en forma más cómoda, disfrutan del partido frente al televisor.


El David Beckham mexicano.

De cualquier manera, todos los aficionados viven, sufren y gozan, gritando su enojo, su inconformidad y su alegría ante los encuentros de sus equipos predilectos. Con frecuencia, las apuestas, discusiones, expectativas y remembranzas de los triunfos y fracasos son de los temas preferidos en las reuniones familiares y de amigos. Las caravanas de automóviles ondeando el estandarte de sus favoritos después de un partido empiezan a ser una costumbre en nuestra ciudad a pesar de ocasionar embotellamientos, sobre todo cuando los encuentros son entre equipos tradicionalmente rivales o en copas internacionales, cuando el orgullo de la patria inflama más el espíritu de competencia.


Echando toda la carne al asador, dicho popular del futbol mexicano.

Sin duda, ver los partidos es excitante, pero jugar el futbol ¡es otra cosa! ¡Es la ilusión de un gran porcentaje de la población masculina!